miércoles, 30 de noviembre de 2011

No lo toquéis, por favor.

Dejándo el corazón en cada esquina
pidiendo "no le clavéis espinas"
que no recibo más que dolor.


Y a pesar de todas las lacras
se va detras de la primera gata
mientras le roce con una pata
y le declare todo su amor.


Y sangra chorros de licores
que le dieron de garrafón.
Va cantando sus amarguras,
con una guitarra sin colores
que le robamos a un trovador.

martes, 29 de noviembre de 2011

Alma y cuerpo.

Me levanto sabiendo que volveré a caer,
me tropiezo y resbalo en mi sangre otra vez.
Tuve que ir dejándome deshacer en cada golpe.
Me quede con mi cuerpo y corazón a flote.
Hasta que harto de caer, decidí no levantarme.
Y ahora mi alma me lleva siempre a cuestas
solo pudiéndo arrastrarme.

Hojas arrancadas.

Hoy a solas y sin luces me pregunto dónde estas,
como me dijiste tanto y tanto se ha quedado atrás.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Una de tantas.

Una noche de tantas noches
La luna cerrará el burdel
se posará en mi ventana
y empezará a cantarme una nana
para ayudarme a dormir.
Y en ese sueño tan soñado
por mis sueños, tan vacíos
de ilusiones, de esperanzas
y amaneceres cambiados
desearán no despertar,
y no lo harán
ya que esa noche de tantas noches
no llegará.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Quiéreme tanto como te odio.

Papel de lija, para nuestros brazos.
Usa tus manos y quema mis labios.
Que ahora nos duelan hasta los abrazos,
y nuestros besos, nos sepan amargos.

Otra mañana más.

El sol entra en tu ventana y me amenaza,
enseñándome el vacío en tu lado de la cama.
Me levanto y me propongo ser distinto
digo, será diferente, pero sigo siendo el mismo.

lunes, 7 de noviembre de 2011

KUTXI ROMERO - SOLEDAD

Soledad

Después de trasnochar la encuentro, al fin,
mi acolchada soledad, hecha, a mi humilde parecer,
a la medida de los seres que la rehuyen,
en ellos se acentúa su tibio dolor,
sabía que vendría porque yo soy uno de ellos,
preparé las lágrimas y dejé supurantes los
recuerdos de tu compañía,
ven,
no encontrarás en mi piel obstáculo alguno
para penetrar con tus mil alfileres,
tendrás mi penumbra y mi soez discurso a tu merced,
no habrá claridad ni rencor alguno,
todo lo que necesitas para engrandecerte,
para tu perecedero hastío está en mi,
yo soy el todo que a los ojos de la gente
es el nada,
el todo que anhelas,
tu más fiel amante,
el que se te ofrece, enemiga incansable,
cuando empieza a clarear.