martes, 19 de marzo de 2013

Ya me lo he aprendido.

Tus dedos de los pies jugando a quererse los míos. Tu mirada perdida en las estaciones desiertas de mi espalda. Tus labios... Tus labios. Tu tendencia a recaer en mi sonrisa y la magia que desprendes al quitarte la ropa. El despertar de tus párpados, la cara hinchada y las ganas de desayunarte dos veces. Tu avión de papel. Tu vida de letras. Tus atrapasueños guardados entre los brazos, y tus estudios en cada uno de mis poros. Tus ciento cuarenta y seis lunares y los mil dos besos que te debo. Tus doce puntos de sutura. Mis doce errores. Nuestros veinticuatro te quieros que suenan en los acordes que he escondido bajo tu lengua.

He viajado por todos los rincones de mi mundo, y he puesto tiritas en todos los arañazos. Ya me lo he aprendido, y ahora, voy a olvidarlo todo para volver a empezar.

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Vamos, no te cortes, como si estuvieras en tu casa.