domingo, 2 de septiembre de 2012

Algún día tendrás nombre.

-¿Me abrazarías?
- Pues claro.
-¿Sólo eso?. ¿Soy lo primero que ves al despertar, y sólo me abrazarías?
-Tienes razón, tras abrazarte desayunaríamos besos en la ducha, luego, un café
con esencia de tu espalda en la alfombra, y para terminar, un mordisco en el cuello.
-¿Y ya?
-No, saldríamos a comer fuera, a un restaurante con clase, nada de tonterías.
-¿Un KFC?
-¡Pues claro!. ¿Lo dudabas?. Más tarde, te compraría una de esas rosas 
que vende el chino en la puerta del Corté Inglés, que siempre me ha dado mucha pena.
En el autobús, me dedicaría a jugar con tu pelo todo el camino. Iríamos al cine, 
a ver una romántica con la que ganaría algunos mimos a la hora de dormirnos de nuevo.
Al salir de éste, haría el idiota con el cubo de palomitas en la cabeza, sólo para sacarte una sonrisa.
Y al llegar a casa, hacemos la cena juntos.
-¿Dos cervezas, patatas y aceitunas?
-Sí, pero con los cuencos transparentes, esos tan "cool". Y para terminar, te cantaría unas canciones en la terraza, y luego hablaríamos en la cama hasta que te duermas.
-Pero Javi, no tenemos terraza.
-Ya. Ni tú y yo nos conocemos todavía.


1 comentario:

  1. Javi :3 Como siempre, tú y tus entradas tan jodidamente perfectas. Me ha encantado, mucho muchísimo. Eres grande, rubio :)

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Vamos, no te cortes, como si estuvieras en tu casa.