sábado, 1 de diciembre de 2012

A mi que no me toquen la polla.

Hoy me he despertado mordiéndome la lengua. Hoy tengo algo que decir.

Harto de la gente que dice que estoy enfermo, que veo cosas donde no las hay, que necesito cambiar mi forma de ser.

¿Qué coño me estáis contando?

¿Creéis que para mí es fácil?

En mi educación no han influido dos personas, he sido educado por muchas voces e historias. Y en todas ellas, hubo un factor común: No esperes nada de nadie, da todo lo que puedas, y, ante todo, no pierdas lo que quieres.
Por consecuencias de ésta puta mierda de vida, me quitaron una de las bases sobre las que construí mi castillo, y, tras ese día, sentí lo que significa perder lo que realmente quieres, y lo que es más, perderlo sin poder hacer nada.
¿De verdad pensáis, que para mí, con mi edad, me es fácil vivir?
Pensáis que es fácil vivir dividido en diez corazones y con cada uno yendo a su manera, con cien voces distintas en la cabeza gritando a pleno pulmón, con una capa cristalina sobre las pupilas que me deja ver cómo son las personas bajo la piel en cuestión de un par de días.
Pensáis que no aburre ver a todos tan predecibles, ser capaz de vivir quince minutos más tarde que los demás, conocer las respuestas que te van a dar, y no conocer las tuyas propias.
Pensáis que no es jodido verlo todo desde el subsuelo.
Pensáis que no duele ver desde lejos qué personas tienen amistad con tu pareja y cuáles se la quieren follar, ver quién está enamorado en secreto y quién nunca lo estará. (Y me llaman celoso, aún no me he equivocado con ninguno)
Pensáis que no escuece mirarte al espejo y ver sobre tu piel escamas y algodón. (Y que no vas a cambiar)
Pensáis que no es triste que te llamen pesimista por no admitir que eres realista y llevas razón.
Pensáis que es fácil mirar a tus amigos, y saber que en un tiempo ya no quedará casi ninguno.
Pensáis que la distancia es una nueva droga que fuman los modernos.
Pensáis que me como mucho la cabeza, que viva y ya está. (Pero yo soy más humano)
Pensáis que lo sabéis todo, y que yo también creo que lo sé.

Y es que si algo me molesta, es que me digáis que creo que lo sé todo, puesto que yo, simplemente, juego con un poco de experiencia previa, pero yo también lloro, yo también grito, a mi también me duelen las cosas y me destrozo los puños contra la pared, yo también me siento impotente ante todo lo que escapa de mi voz, yo también me miro al espejo y desearía ser distinto. Yo, todavía no sé una puta mierda de la vida, pero lo que sí he aprendido, es a verlas venir todas desde lejos, aunque no sea capaz de esquivarlas.

No me contéis milongas de que os gustaría acabar con todo, que queréis suicidaros, eso son gilipolleces.
La vida tiene mucho de malo, pero yo aguanto lo malo si a cambio tengo los paisajes en la sierra, el sonido de la guitarra y las voces al unísono, los gemidos y el olor a libro, las sonrisas y los arañazos en la espalda, la poesía en los cuadernos y los besos lentos...


Y los que pensáis que alardeo de vivir en medio infierno, podéis poneros las rodilleras e ir acomodándoos, puesto que vosotros, sois justo los que no tenéis ni puta idea.

2 comentarios:

Vamos, no te cortes, como si estuvieras en tu casa.